Se me olvidó que ya no tengo 50 años

Aunque hagamos ejercicio todos los días, nuestra capacidad de ganar condición física disminuye conforme acumulamos años y perdemos hormonas. Es más, alguien que no hace ejercicio bien dirigido y dosificado pierde capacidad física cada día. Aceptar la frustración que genera ver que ya no podemos hacer o rendir “como antes”, a veces con dolores inimaginables y aún así elaborar una estrategia que nos permita disfrutar cada instante, es un reto psicológico que necesita herramientas, disciplina y práctica en el proceso.

Las cosas del día a día requieren de nuestra condición física y poco a poco perdemos capacidad para hacer lo que antes era cotidiano y sentíamos fácil. Retirarse de las competencias deportivas es tan difícil como aceptar la pérdida de condición física, o la dificultad para ganar condición a pesar del esfuerzo.

Si tienes la costumbre de hacer ejercicio, entonces ves naturales sus resultados. La estrategia que utilizamos en psicología del deporte para el retiro de las competencias se relaciona con la recuperación de la experiencia del desarrollo, la búsqueda de identidad, percepción del control, identidad social, su propia influencia social y modelos de influencia.

Utilizamos los mismos principios para acompañar la recuperación de quien ha perdido capacidad física asociada con la edad o con alguna lesión.

Si quieres encontrar el camino a la plenitud de forma, en la situación en la que te encuentras, pregúntate:

¿Qué he aprendido con este cambio de condición?

¿Quién soy ahora y en qué me puedo transformar?
¿Qué cosas puedo controlar?
¿Qué cosas no controlo hoy, pero puedo entrenar para controlar y utilizar a mi favor?
¿Quiénes son como yo?
¿Quiénes me admiran?
¿A quién admiro y por qué?

Los recursos necesarios para una adecuada transición son:

Habilidad de adaptarse
Apoyos y redes sociales
Planificación cuidadosa, con objetivos claros, medibles y alcanzables

Una transición saludable hacia el retiro debe cuidar los principales factores de riesgo, deberás estar al pendiente de:

Trastornos psicológicos
Abuso de sustancias
Problemas ocupacionales
Problemas familiares y sociales

La mayoría de las personas tenemos un colchón emocional que nos permite adaptarnos a las nuevas situaciones, sentir tristeza nos puede ayudar a enfocar mejor y hacer planes objetivos, alcanzables y realistas. La ayuda psicológica es una herramienta que puede acortar y facilitar este proceso.

Cuando la persona pierde la esperanza de volver a sentirse bien consigo misma, cuando las expectativas sobre el futuro son tristes, es necesario buscar ayuda profesional. Puedes estar en un círculo vicioso que te impide ver un camino virtuoso hacia una vida satisfactoria y con paz.

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